jueves, 10 de abril de 2008

Despertarás...

Cuando es cuestión de segundos que todo se desplome sobre ti, sobre tu vida.
Cuando esta vida te da la vuelta a la cara y te pone mirando hacia la muerte.
Cuando pagan justos por pecadores y todo el mundo se mueve alrededor como si nada pasase…
Porque seguro que desde dentro de tu caparazón estás deseando salir de ahí, levantarte de esa cama, de arrancarte los cables que te sostienen a las máquinas de la vida…

Que aquel día fuiste a pasar una mañana de las tuyas, como siempre, tranquilo y con la buena persona que llevas dentro por delante. Y te han arrancado la vida a pedazos dejándola postrada en una cama y sin memoria para siempre.

Porque no puedo imaginar que no volvamos a bailar, a tomarnos unas copas en fiestas, porque no me imagino sin entrar en casa y no echarme una sonrisa de las tuyas, porque creo que no voy a soportar ver a mi hermano destrozado toda su vida. Porque le han arrancado a una de las personas que más quería.

Porque no vas a volver a ser el mismo, seguro que no recordarás los zapatitos rojos que llevaba en aquella fiesta que pasamos casi todo el rato juntos, porque comencé este año contigo, porque no recordarás esas tardes de fútbol en tu casa, porque no recordarás a cada uno de los que han estado (y estarán) durante toda esta vida en tus juegos, viajes y conversaciones de primera hora de la mañana…

Porque no logro entender como no vas a poder conocernos, porque no logro entender que no vas a volver a ser el mismo Javi. Por eso tienes que intentar y luchar desde dentro, aunque sea callado, seguir siendo el de siempre.

Sueño con tardes en mi casa, que la puerta se abre y apareces tu con tu incansable sonrisa y que te suelto a voces llorando la frase que tengo preparada desde el primer día: “Dios mío, Javi, que ganas tenía de volverte a ver”. Pero todo es un sueño.

Mientras tanto sólo queda la paciencia y pensar que tú sabes que estamos aquí sufriendo cada día y que eres el primero con ganas de luchar con todo y por todo. Tienes que sacar fuerzas para poder seguir hacia delante y no dejarnos aquí solos. Porque como tú solo hay uno y es imposible pensar que ya no podrías estar. Impensable, imposible.

Quiero que tengas el valor suficiente para plantarle cara a la vida. Que sepas que no puedes dejarnos toda una vida sin ti. Porque para muchos va a ser muy diferente incluso insignificante.

Confío, todavía, en que despertarás con tus ganas, tu sentido del humor, y, como digo, tu tan única y permanente sonrisa…

Despertarás, despertarás… es imposible pararse a pensar que ya no puedes estar, por lo que despertarás.