domingo, 21 de diciembre de 2008

Romeo y Julieta


Aquí escribo una de las escenas de mayor carga literaria que puede llegar a tener la pelicula de Romeo y Julieta. La mejor, bella y triste historia de amor que ha sido contada.



Sabia yo lo que era amor.. Ojos juran que no…porque nunca había visto una belLeza asi..
Romeo: Si profano con mi indigna mano este sagrado santuario pecado de amor será.. Mis labios peregrinos ruborizados quisieran hacer penitencia con un dulce beso..

Julieta: Buen peregrino no riñas tanto a tu mano que muestran un gran fervor a esto, pues hasta las manos de los santos tocan a las de los palmeros, y el tocar palma con palma es el beso del palmero..

Romeo: ¿No tienen labios los santos, ni los piadosos palmeros?

Julieta: Sí peregrino, labios para usar en la oración.

Romeo: Entonces, querida santa, deja que los labios hagan como las manos, no conviertas fe en desesperación.

Julieta: Los santos no se mueven cuando acceden a las suplicas...

Romeo: Entonces quieta mientras recojo el fruto de mi oracion.

Romeo: Ahora estan mis labios limpios de pecado por los tuyos..

Julieta: Entonces mis labios tienen ahora el pecado..

Romeo: Pecado de mis labios, me reprochas con dulzura... devuelveme mi pecado.

"Mi único amor nació de mi único odio, pronto le he visto pero tarde le conozco. Extraño nacimiento del amor que me hace amar a mi enemigo peor"

domingo, 23 de noviembre de 2008

Alas en el cielo

Y volveremos a jugar entre las nubes,
volveremos a gritar que el mundo
está a nuestros pies,a decir
que el mundo está al revés.

Pero no volveré a decirte que te marches,
ni que nunca me abraces,
sólo que me beses y no te marches,
y no te marches...

Que no te enfades, que me mires,
que me toques, que me agarres,
que no me olvides...

Que sea tu segundo de cada día,
la eternidad en tu vida,
el reloj que se para.

Que a partir de hoy me enseñes a creer,
que no me midas los abrazos que hoy te de...

Sólo eso... porque ningún día te echaré de menos,
porque nunca has dejado de estar...

jueves, 16 de octubre de 2008

Reglas al Amor

A nuestro alrededor suceden miles de cosas imposibles de explicar y una de ellas, el amor. Por amor somos capaces de hacer casi cualquier cosa. Del amor se puede decir de todo, que es bonito, placentero, reconfortante. Pero lo difícil es cuando se convierte en esa piedra en el zapato que termina doliendo a cada paso que das. Entonces tienes dos opciones: poner tu mente en blanco o indagar hasta las raíces de ese amor, para comprender por qué un día te enamoraste.
Lo de aislarse de la persona que quieres y que te ha hecho daño está muy bien, como teoría pero, en la práctica, ya es otra cosa.
El fenómeno del amor puede ser inexplicable pero sí que sabemos algo cierto de el: que siempre es difícil. Es difícil amar a quien te pide lo imposible: amar a dos personas a la vez. También lo es amar a una sola y no poder hacerla feliz.
Aunque lo difícil también puede convertirse en algo fácil, todo depende de con qué ojos miremos al amor.
Quizá el amor sea tan difícil de explicar porque es lo único en el mundo que no se rige por unas normas y, quizás por eso, no sepamos como evitar el desamor.
No sé si me servirá de algo pero voy a escribir mis propias normas:
La primera, es que todo el mundo puede ser amado, por difícil que nos resulte.
La segunda, es que al amor hay que dedicarle tiempo, cuanto más, mejor y, también, una infinita paciencia.
Lo difícil no es sólo amar, sino también lo es, ser amado.
La tercera, y última, es que el desamor no tiene cura y de nada sirven los tratamientos paliativos. Sólo el tiempo, lo alivia. Sólo el tiempo puede dar respuestas al amor.

sábado, 4 de octubre de 2008

Equilibristas


Hay momentos en la vida en los que todo nos da igual y, otros, en los que tenemos la sensación de que todo es perfecto. Los buenos y malos momentos van y vienen sin que nosotros podamos controlarlos por eso, en el fondo, somos como equilibristas y la vida es la cuerda floja que está bajo nuestros pies. Pero la vida nos pide, muchas veces, que hagamos sacrificios, como en el circo, que nos exige siempre el más difícil todavía.

Hay gente que tiene una fe ciega en la justicia vital, piensan que todo beneficio tiene su recompensa, pero se equivocan. Para algunos la vida es injusta por naturaleza, cuando empiezan a salir del hoyo, vuelven a caer en otro.

Por evitar que sufra la gente a la que queremos somos capaces de sacrificarlo todo, hasta nuestra dignidad. Pero muchas veces nuestros sacrificios pasan desapercibidos. Reprimimos nuestros deseos para anteponer los de los demás. Y aunque dudemos, en la vida, es fácil saber cual es el camino correcto.

El verdadero sacrificio está en atreverse a cogerlo porque es un error rechazar la mano de quien nos quiere ayudar. Debemos agarrarnos a ella con todas nuestras fuerzas. Y si tropezamos y caemos, el peligro está en coger miedo y no intentarlo nunca más. Ese es el gran peligro: tener miedo a caer dos veces. Por eso es importante levantarnos y subirnos de nuevo a la cuerda floja para caminar de nuevo como equilibristas…

jueves, 25 de septiembre de 2008


Nos empeñamos en buscar la felicidad cada día,
y no nos damos cuenta de que es ella quien tiene que encontrarnos,
y eso será donde menos te lo esperas, en el instituto, en un supermercado...
en mitad de una uída...
Y cuando llega descubres que ahí no acaba todo, que el final de un camino sólo es el principio de otro, y lo único importante es la persona que escoges para que camine a tu lado...Aunque sea para esconderse en un desierto.
Y esconderse es lo que menos importa, lo que importa es lo que estás tocando con la yema de los dedos, eso que has estado soñando toda tu vida...
Y ya sólo importa el hoy, el presente, y lo que queda por venir...
Porque no se puede borrar lo que ya está escrito, y porque la vida es aquello que te sucede mientras tú tratas de hacer otra cosa.

Extraído de LHDP

jueves, 21 de agosto de 2008

Sueños debajo de un árbol



Hoy, en el césped de la universidad, tumbada bajo el baile de las hojas y ramas de los árboles, junto a ti, me di cuenta que la vida es mucho más que lo que se quiere recordar. Que la vida es la esperanza de seguir amando, de seguir continuando. Que la vida es mucho más que un calendario donde pasar hojas y escribir notas. Que los días están llenos de blancas nubes y cielos azules, como el de hoy, donde los murmullos de los pájaros me dan la tranquilidad de tus susurros que son los que hacen continuar, sacar el lado positivo de las cosas y seguir con este juego todos los días. Donde el silencio es ausente y fugaz en esta ciudad. Donde el juego, tan simplemente es, vencer la batalla de lo efímero y ganar la de lo eterno. Que la vida es la lucha continuada de no perder la fe en saber seguir caminando y aprender a luchar por lo que se es.


Los sueños y recuerdos alimentan el alma de las personas. Siento que los sueños son barcos cargados de esperanzas. Porque por mucho que tengas que hacer, decir y soportar los sueños no se roban ni se rompen a pesar de los duros golpes de la vida. Únicos, personales y misteriosos. Que por mucho que se aprenda a soñar, nunca se hará igual. Porque son una riqueza, una fortuna… Porque no hay nada que refleje más un deseo que un sueño despierto. Porque te creas tu propio espejo. Te hace sonreír, vivir en el cielo, sentir lo imposible, lo improbable, lo impensable. Porque los sueños son ilusiones perdidas y ganadas.
Y aprendí que la vida es hermosa cuando se vive soñando. Y que me es necesario soñar contigo y junto a ti. Porque te quiero y sueño que te quiero. Porque sin ti y la calma que me das, no soy nada. Porque sin tu sonrisa, no concibo días felices. Porque la felicidad, eres tú. Porque los sueños, sueños son y, tú, el sueño de la vida.

Gracias por hacerme soñar todos los días, con lo que fue, lo que hay y lo que queda por llegar. Gracias por hacerme saber que la vida es un sueño lleno de sueños. Gracias por ser mi sueño, mi único sueño.

Poema

Hoy quiero publicar este magnifico poema que escuché y que me emocionó profundamente por diversos motivos... Es un tango de Homero Manzi.

Esta puerta se abrió para tu paso.
Este piano tembló con tu canción.
Esta mesa, este espejo y estos cuadros
guardan ecos del eco de tu voz.
Es tan triste vivir entre recuerdos...
Cansa tanto escuchar ese rumor
de la lluvia sutil que llora el tiempo
sobre aquello que quiso el corazón.

No habrá ninguna igual, no habrá ninguna,
ninguna con tu piel ni con tu voz.
Tu piel, magnolia que mojó la luna.
Tu voz, murmullo que entibió el amor.
No habrá ninguna igual, todas murieron
en el momento que dijiste adiós.

Cuando quiero alejarme del pasado,
es inútil... me dice el corazón.
Ese piano, esa mesa y esos cuadros
guardan ecos del eco de tu voz.
En un álbum azul están los versos
que tu ausencia cubrió de soledad.
Es la triste ceniza del recuerdo
nada más que ceniza, nada más...

miércoles, 4 de junio de 2008

Crisis de gobierno y de partidos



La brecha política que se está marcando el Partido Popular da mucho juego y mucho en lo que pensar. Y me gusta. Me gusta alejarme, de vez en cuando, de la política social, económica o del bienestar del país. Conviene dejar de lado todo eso y fijarse en la política más táctica, del juego y práctica, del toma y dale, del ratón y el gato, del tira y afloja… de los partidos políticos de nuestro país.

Y es que el camino conservador, de derechas y sin voz ni voto que originó José María Aznar allá por los años 90 ha quedado muy atrás. El nuevo Partido Popular sabe que esto ya no llama a su voto a las urnas. Sabe que no es la forma para llevar la estrategia vencedora entre el gentío. Pero también asume riesgos cuando lo hace: el riesgo de la resistencia de la gran mayoría por no abandonar la filosofía inyectada de cabeza por el antiguo gobierno de partido.

Si hay algo claro en este país, es que la derecha conservadora ya no gana. Y parece que no se quieren enterar. El Partido Popular de los inteligentes sabe que debe situarse más hacia el centro para ganarse el voto de los indecisos, de los que se fijan en quién lo hace bien y quién lo hace mal más que en el color de sus militantes. Y por otro lado, se sitúan los del Partido Popular de lo indefendible, de la mentira, del abismo, de lo antiguo, los que denominaría, los “originales”.

¿Cómo afecta esto al Gobierno? Por un lado, le afecta positivamente y, por otro, le perjudica. Más bien clasificaría cómo le afecta en consecución del tiempo: a corto y largo plazo. A corto plazo, los “tejes y manejes” que el PP se trae entre sus miembros parecen ocupar los titulares de los periódicos dejando detrás de los textos de información o en la recámara de los Informativos, las ausentes reformas de la crisis económica que enfunda como una cinta de regalo al país. A largo plazo, a mi parecer, las cosas no parece que vayan a ser tan ideales y serenas para el Partido Socialista.

En el Partido Popular se han abierto dos frentes muy poderosos como si de un auténtico campo de batalla se tratara. Por un lado están los de “Rajoy” más centrados en intentar no llevar tanto la contraria al Gobierno, que hasta ahora casi no lo ha hecho porque con sus líos de partido ya tiene para entretenerse y, porque todas las promesas gubernamentales todavía no se han cumplido. No tiene nada frente a lo que protestar porque todavía no ha tenido “tiempo” el Gobierno para hacer nada.
Pero, Rajoy, sí tiene mucho de lo que ocuparse. Y es de realizar una buena y contundente estrategia. Y, creo, que lo está haciendo. Ha decido contar con un político que parece que a veces no tiene color, que el pueblo aclama, que casi no tienen rivales, sólo los de su propio partido que, a su vez, son los del otro lado y el que cuenta con muchos votos en una población muy relevante y condicionante para los resultados de elecciones nacionales. Y esto supone para Rajoy un buen “pan bajo el brazo”. El problema es que todavía no ha usado unas buenas herramientas para desbancarse, que no dudo yo que no las esté pensando.
Por otro lado, ha escogido como su mano derecha a una mujer joven, guapa y que no anda lejos de poseer una inteligencia trabajadora. Algo que parece que está de moda en la política.
Al otro lado del campo, están los de siempre, los que saltan a la comba al compás de las canciones que cantan los señoritos Aznar, Zaplana y Acebes. Y ¿su principal estrategia? Muy fácil, invitar a saltar a la “presidenta” Esperanza Aguirre. Mujer que el pueblo central aclama y la cual “no sabe llegar a fin de mes” lo que la identifica con la mayoría de los ciudadanos ilusos que la creen.

Si hay algo claro en todo esto es que, la brecha está abierta y se ha dejado evidenciar en el banquillo del juez. Sonrisas cómplices entre Zaplana y Losantos, el nerviosismo de Esperanza Aguirre, y las sonrisas y el despotismo ilustrado del, hasta ahora, inocente acusado frente a las declaraciones de Gallardón.

Por lo que, parece, que da la impresión de que España, se ve envuelta sólo en dos bandos de partido: los conservadores (que son muchos y, por tanto, un alto porcentaje de votos) que siguen aclamando el Partido restaurado de Aznar y, por otro lado, los que intentan seguir al movimiento del ciudadano, manteniéndose más hacia el centro y no protestando lo que no merece voz alguna, con razón. Hay muchos votos que se van al lado conservador y, otros muchos, que se pueden ir a los que no tienen ciega confianza en el Partido Socialista, los que llegarán, los que pasan de votar pero pueden llegar a hacerlo…

Movidas en Génova que pueden afectar al gobierno si sigue con su pasotismo de no hacer nada. Yo sólo digo que cada uno resuelva sus problemas en casa pero que, el Gobierno está dejando dormida a la economía, que está mal-utilizando los recursos financieros, que no se le siente, que parece que se fue de viaje… como digo, que parece que está dormido ante un pueblo enfurecido.

miércoles, 28 de mayo de 2008

Hemiciclo de Gallinas

La semana pasada tuve el privilegio de entrar en el Congreso de los Diputados estando en “pleno” Pleno. Y, hoy por hoy, no sé si el privilegio fue afortunado o desgraciado.
No iba nerviosa, me sentía bien, segura, una chica con suerte. Nadie sale de su casa con dirección al Congreso todos los días. Sólo ellos, los afortunados y, ahora sí, ellos sí son afortunados por estar donde están.

Después de pasar el primer control efectivo puesto que no me dejaban la entrada al Palacio por ser día de Pleno, alguien se acercó diciendo mi nombre y con gratitud hizo referencia a mi puntualidad. ¡Cómo llegar tarde a una cosa así! Aunque cuando salí de regreso a mis vástagos aposentos, me di cuenta que nadie hubiese notado que yo hubiese llegado cinco minutos tarde. Sólo lo hubiese notado yo, ya que nadie hubiese salido en mi busca. ¡Cómo no! utilicé el transporte público, intentando seguir al presidente de Cantabria, pero a un estudiante no le “da” ni para bajar la bandera al taxista por lo que tuve que optar por el Metro, por sentir a la ciudadanía antes de entrar en su reino...

Mi “visita” al Congreso fue, por una parte, por “motivos de trabajo” y, por otra, estrechamente relacionada con la anterior, porque teniendo esa oportunidad no podía desaprovecharla. En fin, entré al Palacio después de pasar el segundo control de vigilancia y pegarme en un sitio visible mi pegatina de movimiento libre en el recinto (de tela, no vayan ustedes a creer, allí saben la importancia de la tala excesiva de árboles).

Caminé, acompañada de una chica un tanto despistada pero que debía de ser muy inteligente y muy trabajadora. Sabía lo imprescindible de mí sin casi yo habérselo contado a ella sino a su jefe cuando hablé por teléfono, cosa de lo que casi él ni recordaba. En lo de despistada me refiero porque llevaba muy pocos días trabajando para ese Gabinete, nada más. He de agradecerla que me enseñase la sala Mariana Pineda, lugar donde se reúnen los ministros para la toma de decisiones importantes. Luego, cuando conocí el resto, me cercioré que debía ser y es una chica con paciencia, mucha paciencia…

Caminábamos por alfombras mullidas, donde parecía que andabas sobre nieve blanca, no sé si por la notable escasez de ésta lo que la convertía en algo de mucho valor, o por el suplicio de tener que pisar duramente para no caerte ante el grosor que presentaba. Me di cuenta y, de hecho pregunté sobre ello, que allí en verano debían de utilizar un sistema de aire acondicionado lo suficiente poderoso como para congestionar el aire de la zona sólo con su utilización. Esa nube de contaminación que recubre el cielo de Madrid, iba cobrando explicación.
A los laterales dejabas, al paso, las salas donde se agrupaban numerosos periodistas, conocedores de todo aquel sistema, ansiosos porque “un día de estos” se diga algo relevante respecto a la crisis económica que el país está atravesando y no poemas que parecen elogiar al antiguo y detestable plan económico de décadas pasadas.

En el despacho del Gabinete, sentada y hablando de trabajo, el jefe tomaba notas a lápiz ilegibles por el resto de seres humanos en un minúsculo papel. Después procedimos a conocer el Congreso, como nadie lo conoce, un privilegio como digo, porque ni las visitas de excursiones logran tal cosa.
Entramos en el Hemiciclo, intentando disimular que no éramos nadie allí sentados. Y creo que nadie se dio cuenta que no éramos nadie.

El Hemiciclo…

De ahí aprendí que con el botellón ilegalizado en toda España (aunque algunos lugares se resisten por la presión de los grupos-lobbies-), ese era un buen lugar para plantearse uno. La gente daba voces, nadie se escuchaba, con manos ocupadas mandando sms, llamadas telefónicas, pensamientos en la nada… lo que les digo, un buen lugar para hacer botellón. Además, que con la seguridad que existe en el recinto, todos tan bien vestidos como en la época de Alfonso X, no habría problemas de descomposición de la Cámara. Por lo que como no escuchaba nada a la señora que hablaba por el micro debido a las contundentes voces, paseos y corrillos contando anécdotas, intenté divisar si, por algún casual, los disparos del 23-F estaban sellados, todavía, en el techo magnifico de la sala, cosa que desconocía y sigo sin conocer.
Indignada. Esa es la palabra perfecta que sentí al ver todo aquel corral lleno de gallos y gallinas y, algún que otro, pato. Sabía de antemano, antes de entrar allí, que todo esto ocurría pero, entonces, lo que sentía serían algunas gotas de impotencia política, lejanas.
Ya sé que hay actos de atender, comemoraciones que dar o recibir, funerales a los que asistir pero no entiendo como personas que tienen el poder económico y social de España en sus manos, se sientan en sus escaños porque seguramente esa noche regañaron con su pareja y prefirieron despejarse antes que pasar la noche o el día en el sofá. La tele es aburrida sólo cuenta los aterrantes problemas de que los españoles que ,verdaderamente necesitaban un hogar donde vivir hace 5 años, no pueden pagar su hipoteca, donde el pluriempleo ya no es una opción sino un hecho, personas que conocen y sienten el Euribor que fluctúa al alza en las Bolsas Europeas aunque no sepan descifrar ni de lejos a que se refieren los “sabidos” cuando hablamos de Producto Interior Bruto. El resto, los que ni estaban, supongo que tendrán una relación fantástica con su pareja.
Quizás a la nueva ministra de Defensa (que admiro profundamente, por ser mujer, ser como es y estar donde está) los 2500 euros por niño nacido que el gobierno emite a la pareja podría re-utilizarlo, como ha sido mamá (y la felicito), con sus compañeros de Hemiciclo para financiarse, todos ellos, un curso de civismo y de respeto al ciudadano que le votó en las benditas y tan ideales urnas llenas de propuestas que parecen cuentos de hadas.

Luego, algunos en la puerta, donde todos fuman y ríen a carcajada y donde la prensa me miraba como “no conocida”, se quejan de que alguien esa tarde había querido entrar al Congreso en vaqueros y eso supone una vergüenza para la Institución que representa al país. “La Moda”, es verdad, que está de moda. Es mucho más importante ocuparse de eso que intentar subir el salario mínimo interprofesional, intentar manejar la crisis inmobiliaria no sólo desde el lado del promotor o constructor sino del sufridor, de intentar regalar el pan (que hasta con las cartillas de racionamiento esto era gratuito), de lograr una mayor partida en becas al estudio, de fomentar la investigación médica, de castigar el “terrorismo” doméstico…

Un día conmovedor.

domingo, 25 de mayo de 2008

Hoy se coló Tú mirada...



Esas miradas que se rompen con sentirse. Esas miradas a través de un espejo o de una ventana.
A través de otras personas. Escondida. Llena de todo. Llena de lo que trasmite una mirada.

Miradas que no rompen el silencio sino que lo hacen. Esas miradas con las que se siente el corazón. Esas miradas que me rompen en mil pedazos. Miradas tan profundas que destartalan mi día. Las miradas que no hablan. Esa mirada que se encarga de decirme todo de ti. Tu esencia. Esa mirada que me despierta todos los días y me duerme con la luna escondida entre la almohada. Esa mirada que ilumina el día como el sol.

De las personas recuerdo su mirada. Miradas eternas en mi memoria. Miradas que valen toda una vida, miradas que son la eternidad de la persona. Como aquella mirada que se esfumó y que ahora enciende esa estrella. Esas miradas son las que flotan eternas en el alma.

Y hoy descifré la mejor de tus miradas. La más bella, aunque todas lo son. Hoy sentí que no sé cuando, pero será. Hoy me hiciste ver que esa mirada hace sentirme fascinada por tu encanto. Porque has hecho que con ella me rompa como una pompa de jabón, cómo si tus ojos hubiesen soplado fuerte el viento de la tarde. Porque siempre que estás, la busco y la encuentro.

Miradas con dulzura, con delicadeza, con tranquilidad. Parece que me tienes, que me abrazas, que te siento. Eso es tu mirada: un abrazo. Una mirada serena, tranquila, sincera, entrelazada, inquietante, juguetona, amorosa, romántica, suave, preciosa, sentida, profunda, erótica, sensual, sensible, capaz de seducir y de hacer imaginar, flotar en el aire, en la nada.

Porque no hay día que no se comparta una mirada y, la de hoy, me hizo escribir lo que escribo. Esa mirada tan sincera y que muestra ese todo que eres tú. No la pierdas nunca, es tu tesoro.

Porque una mirada no es nada y, a la vez, lo es todo… porque una mirada dice todo de nosotros y demuestra lo que somos. Juguemos y juntemos, creo que podemos. Yo te acabo de decir lo que supone todo esto. A mi ya me lo dijeron hace tiempo….

martes, 13 de mayo de 2008

No lo hubiese permitido...


Esta entrada va acompaña de esta foto que me ha hecho alguien que hoy me hizo sonreír a carcajada, lo cual, no es novedad porque siempre lo hace. Porque esta foto refleja lo mucho que le agradezco que hoy haya estado conmigo, porque refleja a la vez lo mucho que te hecho de menos a ti y, porque refleja que a pesar de todo, sigues estando ahí.

Hoy me ha pasado algo que tú no hubieses permitido, Javi…

Había quedado con Jorge para comer en Parquesur y pasar la tarde (enfurecidos, como no, por no poder comprar toda la ropa que allí se precia en los benditos escaparates…). Cuando salíamos de vuelta del parking ha empezado a llover fuertemente. Y un hombre estaba parado en su silla de ruedas, bloqueada por la lluvia. No se movía. La gente sí lo hacía bajo su paraguas. Veías paraguas móviles a su lado, que escondían gente que miraba hacia el otro, como si no sirviesen para nada. Y, antes de seguir, me he dado cuenta de, eso, que esa gente no sirve para nada. Panda de inútiles e insensatos. Panda de desgraciados malhumorados. Panda de sinvergüenzas y amargados de la vida. Hemos dado la vuelta a la rotonda con el coche y allí seguía, sólo, como antes.

Y de repente… me he acordado de ti. Que tú me verías hacer lo que tú también harías: bajarte del coche, desbloquearle la silla, entre la lluvia, y llevarle bajo techo. Llamar a su centro y esperar que le recogiesen.

El señor no sabía casi ni hablar. Tan indefenso… sin nada, sin nadie, sólo litros de agua chorreando entre su ropa y tristeza entre la sangre. Preocupado porque había ido a comprar un regalo (tendría que ser para alguien muy importante) y, porque la batería de su silla, se había agotado.

Cuando todo estaba bien me he marchado, llena de rabia. Había dejado de llover. Me he dado cuenta que esa lluvia era tu forma de llamar la atención para que le ayudase. Y que cuando todo estaba bien y te habías cerciorado, ha parado de llover. Todo se ha tranquilizado. Tú, te has tranquilizado.

Gracias, Javi. Por hacerme sentir que sigues ahí. Gracias por seguir siendo el mismo. Gracias, porque a pesar de que me haya costado tres horas esta mañana levantarme de la cama llorando, esta tarde me has hecho ver que sigues ayudando. Gracias de corazón. Pero te seguimos echando de menos.

domingo, 11 de mayo de 2008

Hasta pronto...

Triste, preocupada, asustada. Tal vez no estaba preparada. Impresionada, confundida, simplemente vacía. Con los trozos de cristal de un vaso roto clavados en mi corazón, así me siento. Destrozada, abatida, rota de dolor, acorralada por el recuerdo, llena de rabia, de ira… Te han destrozado la vida.
Porque no me hago a la idea de no volverte a ver. Seguro que estás caminando entre las nubes dulces de algodón del cielo jugando, con tu eterna e incansable sonrisa, tu amabilidad, tu tan querido sentido del humor, tu elegante generosidad…

Quisiera abrazarte y no puedo. Porque quería decirte adiós sin que pareciese una despedida y, así lo hice, y sólo pude decirte, tu último día, que ya nos veríamos. Y pensaba que tenía tantas ganas de verte de nuevo… y sentía que no podía… por eso lloraba… porque es difícil volverte a ver sin cometer una locura… Porque como dice una canción…. “Quisiera tocar el aire y sentir que llegas y no te alejas” porque parece que en unas horas, en unos días volverás a sonreír como lo hacías.

Mi hermano sentirá que todo es tan diferente sin tí... ni tardes de futbol (aunque no te gustaba, pero siempre te engañaban), ni juegos a la play, ni cenas en tu casa, ni los mejores consejos.... y desde aquí y, así, sólo quiero decirle que le quiero.
Y seguro que el truco para salir de todo esto es que hay que hacerse a la idea de que, la vida y la muerte, son pareja y que a partir de ahora serás un ángel colgado de esa dulce, tan dulce, nube del cielo. Has cerrado los ojos y te has convertido en la brisa que acompaña todos los días a los que más te querían.

Porque la vida se convierte en una actividad intensa de resistencia con la que hay que combatir fervientemente todos los días. Porque, a veces, las cosas que suceden en ella a la gente le parecen indiferentes y, hasta que no te toca, no te llega como debería. Porque el dolor de perder a alguien cercano es una pesadilla de la que cuesta despertarse todos los días, eso contando con que algún día ni despiertas y dejas la cortina corrida en la oscuridad para no ver la realidad porque cuesta horrores…

Pero todos los recuerdos se sostienen en la memoria. Somos lo que recordamos. La memoria es nuestro hogar, el hogar de los recuerdos de las personas que más queremos. Pero perder un recuerdo que queremos es el dolor más grande del que alguien se puede recuperar.

Javi, porque no me hago a la idea de no volverte a ver. Porque creía que saldrías y porque ahora no me basta con que la gente me diga que la situación, por lógica, es dura y que, alguna vez, tendríamos que pasar por ello, como todo ser humano, y que el tiempo curará las heridas. Que esto no es ley de vida. Que no es un accidente. Que no es el destino. Que no sé lo que es porque no entiendo absolutamente nada de esta vida. Porque, hoy por hoy, se me han quitado las ganas de luchar por nada porque te lo arrebatan cuando menos te lo esperabas de la forma más cruel que imaginabas. No tengo ganas de nada, ni de nadie. Sólo de debatirme si la vida sirve para algo, sólo eso, o para nada.

Cuando te volveré a ver. Sólo me pregunto si realmente existe otro mundo para volverte a ver. Porque lo pienso y quiero morder al mundo. Plantarle cara a la mierda que rodea a todo esto y que se mueve como si nada. Porque nada es la cuestión. Porque nada es la respuesta. Somos nada rodeados de un nada que es la vida.

En el mundo hay cosas imposibles. Pero no creo que se pueda llegar a sentir tanta rabia empotrada en la memoria.

La vida ha hecho daño y no puedo pasar página y volver a sonreír tan fácilmente. Porque no llevo ni un mes sin verte y parece que llevo toda una vida…

Y sólo quiero saber ahora mismo cuando te volveré a ver, cuando volveré a verte, cuando te volveré a ver, cuando te volveré a ver… solo eso: que quiero volverte a ver y, simplemente tan fácil, no puedo hacerlo.

Te echamos de menos. Siempre me acordaré de tí. Javi, hasta pronto…

miércoles, 7 de mayo de 2008

MIEDO


Hay miedos tan simples, como el de desnudarse ante un extraño.
Miedos con los que uno aprende a ir conviviendo.
Hay miedos hechos de inseguridades, miedo a quedarnos atrás,
miedo a no ser lo que soñamos, a no dar la talla,
miedo a que nadie entienda lo que queremos ser.
Hay miedos que nos va dejando la conciencia: el miedo a ser culpables de lo que les pase a los demás. Y también el miedo a lo que no queremos sentir, a lo que no queremos mirar.
Miedo a lo desconocido: como el miedo a la muerte, a que alguien que queremos, desaparezca

Y hoy he escuchado a un hombre en la tele, un hombre encantador, que decía que la felicidad es la ausencia del miedo. Y, entonces, me he dado cuenta que, últimamente, yo ya no tengo miedo.

Librarse del miedo es como quitarse la ropa delante de alguien. A veces cuesta, pero cuando empiezas, lo único que tienes que hacer es seguir, sin dudar. Y de repente, te das cuenta, que el miedo ya no te pertenece, ha desaparecido…
Como esa ropa, que un día, dejas de usar.
(Extraído de LHDP)

jueves, 10 de abril de 2008

Despertarás...

Cuando es cuestión de segundos que todo se desplome sobre ti, sobre tu vida.
Cuando esta vida te da la vuelta a la cara y te pone mirando hacia la muerte.
Cuando pagan justos por pecadores y todo el mundo se mueve alrededor como si nada pasase…
Porque seguro que desde dentro de tu caparazón estás deseando salir de ahí, levantarte de esa cama, de arrancarte los cables que te sostienen a las máquinas de la vida…

Que aquel día fuiste a pasar una mañana de las tuyas, como siempre, tranquilo y con la buena persona que llevas dentro por delante. Y te han arrancado la vida a pedazos dejándola postrada en una cama y sin memoria para siempre.

Porque no puedo imaginar que no volvamos a bailar, a tomarnos unas copas en fiestas, porque no me imagino sin entrar en casa y no echarme una sonrisa de las tuyas, porque creo que no voy a soportar ver a mi hermano destrozado toda su vida. Porque le han arrancado a una de las personas que más quería.

Porque no vas a volver a ser el mismo, seguro que no recordarás los zapatitos rojos que llevaba en aquella fiesta que pasamos casi todo el rato juntos, porque comencé este año contigo, porque no recordarás esas tardes de fútbol en tu casa, porque no recordarás a cada uno de los que han estado (y estarán) durante toda esta vida en tus juegos, viajes y conversaciones de primera hora de la mañana…

Porque no logro entender como no vas a poder conocernos, porque no logro entender que no vas a volver a ser el mismo Javi. Por eso tienes que intentar y luchar desde dentro, aunque sea callado, seguir siendo el de siempre.

Sueño con tardes en mi casa, que la puerta se abre y apareces tu con tu incansable sonrisa y que te suelto a voces llorando la frase que tengo preparada desde el primer día: “Dios mío, Javi, que ganas tenía de volverte a ver”. Pero todo es un sueño.

Mientras tanto sólo queda la paciencia y pensar que tú sabes que estamos aquí sufriendo cada día y que eres el primero con ganas de luchar con todo y por todo. Tienes que sacar fuerzas para poder seguir hacia delante y no dejarnos aquí solos. Porque como tú solo hay uno y es imposible pensar que ya no podrías estar. Impensable, imposible.

Quiero que tengas el valor suficiente para plantarle cara a la vida. Que sepas que no puedes dejarnos toda una vida sin ti. Porque para muchos va a ser muy diferente incluso insignificante.

Confío, todavía, en que despertarás con tus ganas, tu sentido del humor, y, como digo, tu tan única y permanente sonrisa…

Despertarás, despertarás… es imposible pararse a pensar que ya no puedes estar, por lo que despertarás.

domingo, 10 de febrero de 2008

Repulsa al racismo


Hoy escribo mi total repulsa a los incidentes ocurridos estos últimos días en torno al Tablón del Residente de nuestro Colegio Mayor.

La protección legal fundamental en temas relacionados con el racismo o la xenofobia encuentra su base en la Constitución Española, concretamente en el artículo 14 en el que se contempla el principio de igualdad "Los españoles son iguales ante la ley, sin que pueda prevalecer discriminación alguna por razón de nacimiento, raza, sexo, religión, opinión o cualquier otra condición o circunstancia personal o social."Así mismo el artículo 16 del mismo texto constitucional establece como derecho fundamental, la libertad ideológica, religiosa y de culto de los individuos y las comunidades sin más limitación, en sus manifestaciones, que la necesaria para el mantenimiento del orden público protegido por la ley.

Además de la Constitución, se han redactado otras normas más específicas sobre el tema, cuyo fin primordial es establecer medidas contra el racismo (Ley Orgánica 4/200, Leyes de las Naciones Unidas, la Directiva del Consejo, de 29 de Junio de 2000) entre otras.

Algunos estipulan que el racismo es una forma de pensar. Pues bien, estoy totalmente en contra, pero si así lo piensan dejémosles porque así se recoge también en nuestra Constitución Española referente a la libertad de expresión, que es el pilar de nuestra democracia. Pero siempre y cuando se respete al resto que no piensa igual y, que menos, que respeten a los que no consideran de su misma “especie”. También a aquellos que estipulan que la "libre circulación de personas" tiene que "controlarse"(término permitido, pero que a mi pesar suena de forma aterrante ya que parece que estuviesemos hablando de la libre circulación del capital económico) creo que deberían fundamentarme más su maravillosa "teoria" sobre a los que se debe y no se debe dejar "pasar", porque parece que tuviesen fundamentos justificados para decidir quien debe y quien no debe atravesar el estrecho o cruzar los Pirineos. No creo que tengan ningún poder de dominancia para limitar quien debe o no debe venir.

Desde un punto de vista más personal, me atrevo a decir que me parece indignante la actitud que han tomado ciertos “personajes". Personas supuestamente“civilizadas”, preparadas universitariamente, personas independientes… pero señaladas a partir hoy, por los creyentes de la igualdad humana, ya que me parece no saben convivir con el medio que les rodea. Personas que creen tener el poder suficiente para poder arrancar los derechos de las personas y asfixiar a la dignidad del ser humano.

Los que se han atrevido a escribir tales blasfemias y barbaridades arcaicas propias de una civilización atrasada, no arriesgan a firmar sus insultos con su nombre (norma básica del Tablón del Residente) a excepción de uno que encima lo hace y quizás hasta presuma de ello. Ofendéis de una forma patética y ridícula.

A ciertos residentes hace poco más de un mes, se les sancionó por quemar la bandera institucional española, de la que he de decir que me siento muy orgullosa y que estoy completamente de acuerdo en la sanción impuesta por Dirección ya que está tipificado como delito por Ley, pero esto que ha ocurrido es una falta de vergüenza absoluta. Como he dicho se vulneran algunos artículos de la Constitución Española pero no olvidemos que se vulneran, también, las normas expuestas en la residencia para la utilización de cualquier medio periodístico de nuestro Colegio Mayor, así como las propias normas de convivencia de los Colegios Mayores de nuestra Universidad que todo el mundo tiene que aceptar antes de ingresar .

Espero que Dirección adopte las medidas oportunas que crea convenientes.

Un regalo para Ariel


Pensando en tu regalo (y queda un mes para tu cumpleaños) empecé a trabajar mi mente enredándola como mejor pude entre juguetes infantiles, algo de mobiliario colorido para tu nueva habitación, algún equipamiento deportivo ahora que comenzarás tus clases de natación, una bicicleta con cuatro ruedas para que no te pase nada… tantas y tantas cosas… un amplio repertorio motivado, principalmente, por tu edad y sobre todo sabiendo que acertaré porque te conozco tanto que en ocasiones creo que hasta demasiado.

Hoy sigo y continuo escribiéndote después de todo el tiempo que ha pasado y es que a pesar de quererte y conocerte tanto no quiero fallar en mis palabras.

Mirando tus dibujos y tus fotos colgadas en las paredes de mi habitación me doy cuenta que todo lo que me rodea eres tu… Recuerdo la primera vez que te vi, creo que la seguiré recordando el resto de mi vida. Aunque se hace difícil si tenemos en cuenta que a partir de entonces ha sido imposible no acordarse de cada una de tus mil miradas, de tus gestos imposibles o de tus travesuras de ángel, como dice la abuela.

Desde que llegaste a mi vida has pintado todas mis sonrisas, has hecho que cada día sea especial porque no hay día que no piense en ti. No puedo imaginarme un solo día sin ti, sin un pequeño esbozo de sonrisa en tu cara o de cómo te quedas dormido tocando mi nariz. Tengo presente esas canciones que cantas con tu dulce voz a todas horas, las canciones que tu papá pone en el coche y que sabes del tirón, tu primer villancico, tus primeros pasos, tus primeras palabras, tus primeros saltos…Eres tan especial…Tus miradas de complicidad desde el día que naciste me hacen sentir algo a tu lado. Me haces no olvidar que ya no somos nada sin ti. Gracias a ti me pierdo en un mundo de fantasía y color donde todo es mágico y lo mejor de todo, que se disfrutarlo junto a ti.

Pienso en como se puede llegar a querer tanto a alguien, tanto que llegarías a dar lo impensable por esa persona. Has traído una ráfaga de alegría, entusiasmo, tranquilidad y amor a la familia que es imposible de calcular su peso. Me encanta verte jugar, mirarte cuando duermes, tocar tus ojos, tu pequeña cara, hacerte cosquillas, jugar contigo al escondite, enseñarte y explicarte las cosas nuevas de la vida, enseñarte esas primeras palabras en inglés y que no se te olvidan para nada, me gustan cuando cuentas de carrerilla… Me doy cuenta que yo también formo parte de ti y lo único que deseo es que así siempre sea. Quiero formar parte de todos tus juegos, tus preguntas que muchas no tendrán respuesta, tus nuevas experiencias conociendo el mundo que te rodea, tus inquietudes, tus primeros amigos, amores…

Porque cuando te siento lejos, te echo muchísimo de menos. Y cuando llega el día de volver a verte, me pongo hasta nerviosa por saber si cuando me veas estarás enfadado por dejarte tanto tiempo. Cada vez que cuelgo el teléfono tras haber oído desde el otro lado tus travesuras o tus besos telefónicos me empapo entre lágrimas y me es difícil continuar el día.

Quiero que seas feliz. Que me mires con esos espléndidos, preciosos y brillantes ojos que te han regalado toda la vida. Que me cantes todos los días. Que te encante y me escojas todos los días para dormir contigo. Que no te canses de jugar conmigo.

Quiero que seas feliz porque lo mereces. Quiero que nunca pierdas esa inteligencia que te acompaña desde que has nacido. Quiero que sigas siendo tan cariñoso como hasta ahora.

Quiero que nunca pierdas las ganas de luchar. Quiero que nunca te hundas. Quiero que aprendas a ser alguien y saber salir hacia delante. Quiero que nunca le tengas miedo a nada ni a nadie. Que estés seguro en tus prioridades.

Quiero que le plantes valentía a las dificultades. Que pase lo que pase, siempre estaremos contigo. Que la vida es dura y hay que trabajar arduo. Que deseo que logres muchos triunfos en tu vida. Que seas objetivo con lo que te rodea. Que te marques metas y trabajes duro para llegar a ellas. Que no te rindas nunca a pesar de todo lo malo que te puedas encontrar en esta vida.

Deseo que todo te sonría en la vida. Que nunca me olvides. Que siempre tengas un minuto al día para no olvidarte de que te quiero.

Que siempre seas ese niño que con su vida ha llenado la mía y la de todos.

Te quiero pequeño, nunca lo olvides.

Y termino este relato, que si se tratase de otra cosa hubiese tardado en escribirlo unos segundos. Tratándose de ti, me ha costado y no tengo la menor remota idea de por qué. Tres meses de empezar esto, hoy lo termino…

A los malos momentos


Todos hemos sentido una muerte inesperada, una colección de suspensos importante, un amor roto, un amigo que te falla, un familiar que marcha… Todo hemos tenido malos momentos en la vida alguna vez. Pero todos sabemos que son los que te ayudan a ser más fuerte en la vida, a verlo todo de otra manera, a tener más cuidado, a estar más atento… son los que te ayudan a madurar. Son los que te ayudan a plantarle cara a las dificultades de la vida.

De algunos, como la muerte de un ser querido, no te recuperarás jamás. Es algo que te han arrancado a pedazos sin piedad. Sólo te queda el consuelo de todos los momentos que pasaste a su lado y que, estén donde estén, te siguen mimando, preguntando, ayudando y queriendo como antes o cada día más. Que en ocasiones, son los que te dan esa fuerza para continuar con todo porque ahora lo saben todo de ti. Son tu nuevo confidente cuando te levantas por las mañanas.

De los golpes que te da la vida uno tiene que aprender a levantarse. Aunque le cueste. A mí, personalmente, me ha costado mucho levantarme de algunos, pero lo he terminado haciendo. Me cuesta mucho olvidar pero creo que cuando lo hago no miro para atrás.

Me he dado cuenta que el tiempo pone a cada uno en su lugar. Que si le has jugado limpio a la vida, ella te lo devolverá. Y quien todavía no te entienda, ya lo entenderá. Que un perdón puede con todo. Que todo el mundo se equivoca, yo también. Que costaba mucho seguir y continuar con el trayecto a tus espaldas pero cogiste la mochila y continuaste el camino. Que todo se vuelve a colocar en su lugar, que muchas cosas se siguen sin entender pero es mejor seguir caminando y agarrarte a una roca si te encuentras mal. Descansar, levantarte y seguir.

Porque algunos te fallan pero siempre tienes otros ahí, escuchando tus lágrimas. Es lo único que pueden hacer. El tener un hombro donde llorar o unos minutos de alguien que te escucha sin hablar, es la única motivación fuerte que sientes para seguir adelante. Con los malos momentos, conoces mejor a las personas, te conoces mejor a ti mismo y te das cuenta lo que significan los que están más cercanos. El truco está en tu fortaleza que consiste en tu afán de superación y en tu modo de afrontar las cosas.

Es cierto, que en ocasiones, se hace muy difícil salir del pozo y parece como si el pozo te cogiese por los pies y te ahogase más porque el momento es tan amargo, los personajes de la historia son tan importantes para ti, que piensas que todo se desploma, que no tenías nada y te vas a quedar con menos. Se pasa mal, a veces no sabes ni levantarte de la cama. El día a día es una auténtica batalla para no verlo oscuro, porque su tu día es por completo un mal día aún así tienes que seguir huyendo de hacerlo peor todavía.

Pero llegará el día que te despiertes y sepas plantarle cara a la noche constante que se había creado en tu vida. El sol volverá a brillar. Ese día llegará cuando sepas y te sientas bien contigo misma, cuando sepas que nunca fallaste. Cuando sepas perdonar.

Pero perdonas y no olvidas. Esto va por fases, no pienses que no lleva y cuesta su tiempo. Desaparecen los malos momentos o, por lo menos, desparecen de la vista de todos, hasta de los que llorabas en su hombro. Ya no se manifiestan con lágrimas, ni tardes ensangrentadas de dolor. Ahora sólo te quedas callada unos instantes cuando de repente de nuevo te vuelve el recuerdo de todo lo que te ocurrió y tuviste que soportar.

Con el paso del tiempo, con el poder de la amistad, con la verdad por delante, todo se soluciona y te atreves hasta a escribir sobre ello porque los malos momentos quedaron lejos. Y te das cuenta que cuando tenias un mal momento dejaste de lado los buenos momentos, que también los había a pesar de todo. Y te agarras a un clavo ardiendo y te equivocas. Todo se soluciona de nuevo. A veces ese clavo ardiendo es lo que necesitas para continuar y cuando ya se ha solucionado todo ese clavo se enfría y te das cuenta que te agarraste a ello porque la roca se rompía.

Continuarán llegando momentos malos en tu vida. No te abandonan nunca, porque la vida no es un camino de rosas pero, cada vez que llegue uno de nuevo, sabrás salir hacia delante por el espíritu de superación que te dieron los otros. Y porque ahora, esos momentos ya no existen. Están tan olvidados que ya no te quedarás en silencio sin hablar ni por un momento. Ya todo son sonrisas y felicidad, lo normal. Y es porque la vida te ha puesto en tu lugar.

sábado, 9 de febrero de 2008

Conformista del amor vs. Amor verdadero




Hoy quiero escribir, intentando desviar mi cabeza del estudio del que bien no debería distraerme, al amor, bueno no. Digamos mejor, que hoy escribo al conformismo en el amor. Quiero hacer mención a ello, porque he visto últimamente que la gente no tiene en cuenta al amor, lo olvida por completo aún compartiendo su vida con otra persona creyendo que esa situación es la ideal y que, en realidad, es la única que se ha dado. Simplemente, se conforma creyendo que eso es amor y no mira para atrás. Incluso el propio conformista ni se da cuenta. Pero sabe de sobra, que en otros momentos ha sido más feliz o que podría llegar a serlo más porque en algún momento se lo plantea. Es más fácil avanzar por el camino sin zarzas que llegar ensangrentado por la lucha de conseguir lo deseado.

Seamos realistas desde el principio: el conformista se pierde en el tiempo y se enreda en la infelicidad constantemente por mucho que lo quiera tapar o por mucho que un simple viaje, regalo o sonrisa quieran demostrar. Por mucho, que en la mayoría de las veces, el sexo le haga creer lo contrario.

El amor conformista que no aumenta la perfección se pierde desde el principio. Es un amor cómodo, poco sincero, no trabajado, nacido a la vuelta de la esquina, ese por el que no se lucha. No son lazos fuertes, seguro que se deshacen con las gotas de agua. Te hace presa de la rutina, de lo poco especial y en el que vuelas sobre un pájaro sin alas. Lo peor que te puede suceder y que te corta la raíz de la libertad, que no deja de germinar la ansiada independencia en su afán de conocerte como persona, es adquirir la postura conformista para no estar sol@. Incluso después de haber pasado años y darte cuenta que aquello no tuvo principio y que mucho menos un final ideal. Para encontrar la estabilidad, la confianza, la correspondencia y la felicidad se tienen que trabajar arduo.

No intentes hacer partícipe al resto de tu “amor conformista” porque es una actitud absurda. Hay gente que sí tiene historias de verdad y no se dedica a ridiculizar al amor plantándolo en mitad del ruedo como si de una auténtica corrida de toros se tratase en la que todo el mundo participa levantando la mano con su pañuelo blanco. Como decía Galdós en su grandiosa obra de Fortunata y Jacinta “el amor más sublime es el más discreto y las bocas más elocuentes aquellas en las que no entra ni una mosca”. Comparte el amor para ti, ese será el más grande. Donde los secretos son sólo disfrutados y guardados por dos protagonistas. Porque nadie más que tú y él sois protagonistas de la historia, de vuestra historia. A cada cual le interesa la suya. No creas que por contarla a los cuatro vientos se hace notar más el amor, se hace creer que es el amor más verdadero del mundo o el que nadie romperá nunca en la vida. Ese es el amor conformista. Creando una tómbola de tu amor, de alcance público, sólo conseguirás que te pistoleen incluso a la primera tirada. Pero tu seguirás aguantando como desde el principio, porque te conformas con todo. Como empecé diciendo en esta historia. Porque es un amor conformista y tienes que demostrar que es el más perfecto, ¡cómo si eso se pudiese demostrar!

El amor de verdad es una mirada llena de pasión. Es un beso sin terminación. Es una historia de dos. Un cosquilleo en la tripa. Una luz en la noche. Una palabra encendida.

A todos nos ha pasado alguna vez, a otros tantos muchas veces, que nos hemos equivocado en el amor. Yo, a partir de hoy, he decidido que jamás me equivocaré por el conformismo. Me he equivocado alguna vez, alguna con mención especial por el error y la pérdida de tiempo generada. Soy exigente, lo reconozco, con esto como con todo. Por eso mismo, hay que luchar en buscar esa persona que le corresponde tu otro lugar, tu otra parte. No te conformes con lo fácil o loable, eso, no es amor. Quien verdaderamente ha estado enamorado alguna vez sabe de qué le hablo. Quien sepa también qué es darte por satisfecho también sabrá a qué me refiero con este texto. Gracias a toda esa gente luchadora, que la hay, que sabe de qué hablo.

“Busca y disfruta del amor verdadero, no pierdas el tiempo”

Ciudad de gentes

Hace ya cuatro años que marche de allí. De Talavera. Mi ciudad, la que me vio nacer, crecer y marcharme. Hoy pensando mucho en ella me decido escribirla. Me interrumpe una llamada de teléfono. Es alguien de allí, importante para mí. Es madrugada y se ha acordado de mí y no se ha resistido a llamarme. Así se vive y así se siente Talavera, por este tipo de gente. Cuelgo el teléfono y mi texto seguro que comenzará a fluir con una sonrisa esbozada y alguna que otra lágrima escondida entre la almohada.

Hoy, siendo una fría noche de invierno cegada por tanto papel universitario y melosa por la añoranza de los míos, la recuerdo como si estuviese tan lejos lejos... Sintiendo que ya, como mucho, sólo arrancarás alguna que otra visita fugaz.
Me pongo a pensar que en estos cuatro años que marché a Madrid pensando que esta sería mi gran ciudad, y no es mentira, pero percibo con gotas de sentimentalismo que es imposible no mirar hacia atrás y no recorrerte un sentimiento de tristeza y a la vez patriotismo por la ciudad que te vio nacer, crecer, jugar, enamorarte, llorar, caer, levantarte, caer y volverte a levantar.

Miro por la ventana oscura de mi nueva habitación en la "gran manzana española" y, ahora mismo, sólo recuerdo grandes momentos de mi infancia y mi adorada juventud entre aquellas calles. Las que ven mis ojos desde aquí, para mí en este instante, no tienen trazado. Las que están allí, están dibujadas en mi mente para siempre, no sus calles si no los momentos en ellas. Su gente, mi gente, sus fiestas, sus aires, sus calles, sus bancos de charla, su noches de magia…

Talavera de la Reina. Hoy por hoy, intento nombrarla sin comerme ni una sola consonante o vocal. Porque, además, sus letras trasmiten una alegría incomparable a cualquier otro nombre de ciudad española y, dejarme aflorar esta cursileria. Porque no hay nada que me llene de más orgullo que recordar que es “Talavera de la Reina” mi ciudad.

Pienso que mi vida empieza ahora aquí, lejos de aquello, que no volveré más y, a pesar de todo lo bueno que he conseguido, me entristezco. Que sólo veré Talavera desde la ventana de un coche, que no saborearé más nunca esos paseos por la Ronda Sur, como cuando antes pasábamos largas noches de verano y, no tan verano, a la orilla del río intentando cavilar la mejor forma de escapar, el futuro que nos depararía en nuestro nuevos destinos y las puertas que se nos abrirían al salir de allí. Nunca sin pensar las que se llegarían a cerrar.

Una cuidad con color, con sabor, con encanto, cariñosa, amable, volcada en su pueblo. Donde todos intentamos convivir en una armonía impecable, donde se puede percibir con sus ferias y sus aires. Donde todo se hace para todos. Donde cada día crece con riguroso rigor. Donde cada día nacen niños que volverán a jugar entre las verjas de mi colegio y donde sentirán la misma sensación que yo hace cuatro años. Y que sentirán también la de ahora.

Talavera de la Reina es una ciudad grande por su gente, por mi gente. Porque no sé como va a ser a partir de ahora, pero yo hablo enfundada en el pasado y eso la avala con diferencia.

Nada más preciado que un buen paseo por el Prado. Visitar a tu Virgen, que por muy poco devota que seas, te sigue emocionando y ayudando. Su Colegial donde cada vez que entres seguirás teniendo esa sensación fría y misteriosa. Su plaza del Pan donde cada vez que pases de largo seguirás percibiendo que es algo no muy allá de un paisaje vanguardista. “Ciudad de la Cerámica” por excelencia donde, en realidad, nadie tiene de ella.
Recuerdas todos esos momentos, de la mano de los nuevos, paseando en Navidad por sus murallas sintiendo con frío las tradiciones hogareñas de los paisanos. Te emocionarás porque nunca podrás volver a visitar el Prado, como lo hacía antes, ansiosa por saber si ya estaban puestas las casetas de la feria. Tu guardería, tu colegio, tu instituto, tu barrio, tus amigos de la infancia, tus vecinos, tu tienda de golosinas, el banco de los primeros besos, el parque de tus primeros encuentros…Y siempre pasearás en silencio, callada, observando. Pensarán que no quieres hablar y lo único que sientes es que es lo único que te queda ya: recordarlo todo en silencio un año tras otro para no olvidarlo jamás.

Ciudad con mágicas aventuras, donde cada domingo tras la ventana del tren piensas que la vuelves a fallar. Donde a pesar de tu desplante te vuelve a acoger una y otra vez. Vas en el tren con gente de toda clase. Una vez con una francesa y otra sevillana. Habían marchado de Talavera hace 40 y 12 años respectivamente. Y allí volvían porque su corazón se partía si no lo hacían de vez en cuando. Sólo me queda pensar si a mí me pasará lo mismo. Y sólo quiero dejar claro, que no creo que vuelva, pero que siempre va conmigo porque yo soy también una parte de aquello y no soy nada sin ello.
Por eso no puedo olvidarla. He crecido y he dado mis primeros pasos allí. He sentido el jugueteo de patear sus calles a pie de punta a punta. Y he sentido y sentiré que mi corazón, es decir mi familia y mis amigos, siempre seguirán allí. Un lazo invisible imposible de cortar con el diamante más preciado.

Quiero seguir para siempre abriendo mi ventana y sentir esa sensación fresca de una noche de Mayo… Irrepetible y única experiencia. Todo talaverano sabe de sobra que esa sensación nos pertenece solo a nosotros. Nadie es y será capaz de percibirla igual.


Sigue así de preciosa y radiante, sigue así de acogedora y vivaz. Y al igual que yo, nunca olvides lo que pasó por mucho que vaya a pasar.

lunes, 28 de enero de 2008

Gracias

Hoy quiero dar las gracias a alguien que lo merece…. Unas palabras de agradecimiento personales, íntimas. Hacer saber que no intento hacer reflexionar a nadie que lea esto, que es simplemente un “gracias” a ella. Porque veo, sobre todo hoy y quizás sólo hoy, una pequeña luz después de tantos años…

Porque a pesar de ser yo una “don nadie” me has brindado la ayuda que en su momento necesitemos. Porque, sinceramente, espero que llegue el momento. Porque a pesar de no conocerme de nada, me has dado unos minutos por teléfono. Agradecerte tus palabras de aquel día y tus gestos y miradas tan dedicadas. Porque aquel día, después de mi testimonio, tenia la sensación de que hablabas para mi y para los míos. Sin importarte el resto. Porque, creo, que te preocupa el caso, como todos los que hay cargados de esta mierda.

Gracias por tus palabras de apoyo porque, a pensar que en ocasiones la situación no tiene una solución a mi alcance, escuchar unas palabras de consuelo y medios para los que salir adelante, ayudan por completo. Porque frente a esto, aunque creía que no, hay esperanza. Gracias de corazón. Porque estoy deseando llegar y comentar todo con detalle y detenimiento para que no se me escape nada, y para que tenga el ánimo y la fuerza para poder seguir adelante que falta le hace… Porque si ella da el paso, soy capaz de esconderla hasta debajo de una piedra. Porque no quiero que se sufra más. Porque, creo que a día de hoy, me has dado la fuerza suficiente para no tolerarlo ni una sola vez más. Ojalá ella escuchase todo. Porque aquel día sólo pensaba y deseaba que ella estuviese ahí sentada, quieta, escuchándote admirada. Ojalá no la fuese tan difícil dar el paso que la queda.

No quiero que se culpe nunca más. No quiero que llore nunca más. No quiero que no sea ella nunca más…
Gracias por aquel abrazo y gracias porque sé que estarás ahí cuando lo necesitemos.

domingo, 20 de enero de 2008

Celos sin amor, amor sin celos



Hace un tiempo que prometí a cierto personaje “celópata”, así se define con sus propias palabras, que hablaría de un tema algo contundente por mi parte y muy relacionado con muchas de las entradas de mi Blog por ilógico que parezca o por mucha búsqueda de relación que hagan algunas personas al respecto.

Esta persona me preguntaba exactamente: “¿Cómo haces para no ser celosa?”. Pues bien, espero contestarte a tu pregunta, al menos superficialmente, ya que todos sabemos que esto de los celos sólo se siente en lo más profundo y de forma muy personal.

En primer lugar te diré que no hay respuesta a dicha pregunta. Hace tiempo que abandoné ser celosa, si es que en algún momento lo fui, por el simple hecho y el tradicional dicho de que “se pierde más de lo que se gana” con dicha actitud. No, ya sin dilaciones, ya que no quiero acudir a dichos meramente anunciados hasta la saciedad por personas que ni por asomo dejan de ser celosas y se excusan de no serlo con ello. Ser celosa en el sentido estricto, de sentir celos de tu pareja o con tu pareja…

En mi “teoría” de celos, que tengo que decirte que hoy me planteo, además de ser aquella situación que todo animal sufre antes de aparearse con el macho o la hembra, en cada caso, para paliar su apetito sexual, existen muchas variedades de celos. El asunto de los animales lo pongo de ejemplo, además de por ser una realidad como un templo, para quitarle “leña” al asunto ya que el tema puede hacer provocar una gran hoguera sentimental y mi preocupación con este documento es que al final de leerlo te des cuenta de que son simples pero, a la vez, preocupantes problemas sentimentales y que por el mero hecho de considerar la posibilidad de que puedan producir un problema irremediable en la pareja, hay que llegar a quitarle la importancia que la gente da a la desconfianza de la pareja que, en ocasiones, la precisa pero esa es la que se ve a distancia, se nota y hasta se sabe con acierto lo que supone para mi no ser celosa, si no por contra, no existir un poco de amor y, a su vez, no haber constancia, como los propios y sentidos hechos demuestran, de amor real, verdadero. Eso sería un tonteo que se debería abandonar de forma inmediata y no echar la vista para atrás ni por asomo.

Para empezar te diré que, sinceramente, creo que es demasiado el amor que se le debe proliferar a una persona que no hay cavidad para los celos. No caben por ningún sitio cuando hay amor de verdad porque no hay tiempo para pensar en ellos. ¿Cómo ser celosa de la persona que se ama, que comparte tu cama o que te roba miradas? Si todo es tan real, no hay lugar. Si tiene su espacio en la pareja se roba la magia al asunto. Si todos los días tuviese que pensar con quién, dónde o de quién recibe alguna que otra muestra afectiva la persona que quiero, me sería imposible vivir y, directamente, le haría imposible vivir a él porque él necesita de ello tanto como yo para no bajar su autoestima ¿no?. Se muere todo con ello. Se reduce a eso. Pienso que, especulando en lo que puede estar o llegar a hacer una persona constantemente y de forma dominante puede quitarme la independencia que tanto deseo. Si no dejo independencia no podré exigir la mía. Esa que tanto adoro ¿recuerdas?...

Muchas personas dicen que si no se estipula un cierto cargo extremo de observación por parte de uno hacia el otro, entonces, esto provoca la ciega confianza, la individualización en la pareja que siempre se ha sentido, tomado y definido públicamente como dual y provoca el pasotismo y la confianza para poder romperla de la forma más cruel que puede llegar a matar al amor: la infidelidad. Considero, y quiero dejarlo muy claro, que hay infidelidad cuando hay amor y, de verdad, quiero hacer hincapié en ello para matizar ciertas cosas que en algún momento no se han dejado claras y se han tomado como tal, equivocadas. Repito, yo, personalmente, siento una infidelidad cuando la pareja que amo- que no es lo mismo que aprecio- rompe el idilio por querer entrometer en su vida a otra persona o personas sin haber terminado lo anteriormente pactado. Que quede muy clara esta postura personal y, otros muchos, que se den por aludidos. Si no hay amor no hay infidelidad y, por tanto, no hay dolor que, a fin de cuentas, es lo importante. Por supuesto que menos que no hay infidelidad cuando nunca hubo amor o la pareja estuvo rota desde hace tiempo, aunque siempre sin dejar de lado al respeto.

Siempre me digo y, no creas que no me costó hacerlo pero ahora soy feliz cuando lo hago, que si una persona te quiere de verdad y se siente correspondido jamás habrá motivo para fabricar celos – porque los celos se fabrican si uno quiere-. Si desea perder, desde el buen sentido de la palabra, el tiempo contigo será porque te quiere. Si no el único que pierde el tiempo y, ahora sí en el sentido rotundo de la palabra, es él. Si por algún motivo das con un necio de oídos sordos y sentimientos ásperos y te falla, piensa y siéntete egoísta meditando –esto último quizás lleve su tiempo, no te preocupes por la tardanza que pueda suponer- que no te merecía y que siempre, hay otra persona al otro lado del planeta o detrás de la puerta que si te valora y te respeta. Mátate a buscarla y no pierdas el tiempo con alguien que no te aporta nada y que te dejará con menos.

Los celos convierten fe en desesperación. Destruyen el amor. Ofenden a la confianza. Acuchillan al respeto. A veces de una forma cruel, como se demuestra televisivamente y, lamentablemente, con las muertes que tanto defiendo como crueles e injustas. Ves aquí y, si supieses muchas más cosas que no me atrevo del todo a contar pero que poco a poco doy mis pasos y me suelto, desahogo y me consuelo, mi gran desprecio a los celos. También, en parte, porque no me he criado con ellos ni los he visto por asomo rondar por los pasillos y habitaciones de mi casa. Aunque he de decir, que los celos no se heredan pero si se aprenden y se ven determinadas actitudes, como decía alguien hace unos días, “patriarcales” que se dan socialmente a nuestro alrededor y que se cree que lo correcto es adquirirlas.

También he oído, que una persona es inherentemente celosa por el hecho de estar enamorada. Pues no estoy de acuerdo. Tomemos los celos como celos. Los celos son lo que todos conocemos. No tergiversemos palabras ni cambiemos el significado y definición propia de las cosas. Otra cosa es que cuando estés enamorada sientas, lo que voy a denominar, los “sanos celos”. ¡Qué benditos sanos celos! Disfruto y me pierdo entre ellos. Esos en los que no se mete a terceros, que salen de forma espontánea y no se buscan como los otros. Pero siempre respetando el limite de lo absurdo, del abuso y también peliagudo.

Sólo te he plantado una reprimenda de palabras que, a día de hoy, quizás no comprenderás pero que espero que en el futuro llegues a considerarlas hasta absurdas lo que supondrá que abandonaste tu actitud actual. Se me queda en el tintero, el poder de sentirse celosa en la amistad, que en parte entiendo, por el simple hecho de creer y querer que la amistad verdadera no se rompa y dure para siempre. No apliques esto al amor, son dos actitudes diferentes, no las confundas. En la amistad si hay cavidad para terceros pero en el amor... eso es solo de dos y para dos. Eso es lo que lo hace tan magnífico y personal.
Termino como empecé... "Estar en celo": sensacion experimentada por un animal por la que demuestra su deseo de querer aparearse con un animal del sexo contrario.

“No sientas celos del tercero porque si hay amor verdadero éste no existirá”

viernes, 18 de enero de 2008

A "Paula"


Hoy voy a dedicar unas breves palabras a Paula. A Paula (pseudónimo que utiliza una mujer maltratada) por relatar los hechos violentos que sufrió durante 16 años. Porque me he quedado conmovida con su testimonio.

Me desilusiono sabiendo que todos los que te despreciaron no saben que existen esas ya históricas palizas plasmadas en ese magnifico libro -que las otras se seguirán sintiendo en tu cuerpo y mente, desgrasciadamente, toda la vida- con tu palabras en primera persona como única protagonista de la historia. Y no lo sabrán nunca porque seguro que no lo leerán y si dan con ello, quizás, no tengan el valor de hacerlo. Porque me ilusiona que, al menos, te hayas podido desahogar de esta forma. Porque con algunas de tus palabras me era imposible continuar leyendo y, aún así, sacaba fuerzas para poder proseguir ya que tu intención no era que dejásemos de leer al saltar la primera página. Pero cerrar ese libro suponía darte la espalda, de nuevo, y mi conciencia no me dejaba. Con alguna hoja corrió por mi cara alguna que otra lágrima.

Porque me sentía muy identificada con hechos y frases que, en ocasiones, he oído en primera persona en una llamada telefónica y, otras tantas, escondida detrás de una puerta. Porque entiendo psicológicamente tu calvario. Porque no sé cómo aguantaste tanto y no hiciste nada pero, también entiendo, que no pudieses hacerlo. Porque cuanto terminé de escucharte, ya que parecía que te tenía sentada conmigo a mi lado en el metro y en la cama cuando en silencio cada día te leía, me pregunté por qué tu vida –cómo la de otra tantas- fue tan desafortunada y el único consuelo que me quedaba era aquello con lo que tú también comenzabas tu relato. Iniciabas tu real tragedia con un "Soy feliz" y eso, en parte, me aliviaba. Y porque te queda lo más maravilloso que tu misma decías con tus palabras, tus hijos.

Porque parecía que me susurrabas al oído tus gritos constantes de desesperación y angustia. Tu ira y las reiteradas humillaciones. Porque yo tampoco, como tú, soporto sus "consabidos arrepentimientos, las lagrimas de cocodrilo y los propósitos de enmienda, así como el espléndido regalo de rigor". Porque espero que otras tantas mujeres, en tu misma situación, no los soporten más y, el resto, no lo soporte nunca.

Porque deseo que todo te sonría en la vida. Espero que logres la felicidad que un día te robaron y te mataron a pedazos.


domingo, 13 de enero de 2008

IES "Padre Juan de Mariana"
"...en la semilla descansa la esperanza de la cosecha, en la educación de la niñez la felicidad y cultura de los pueblos."PADRE JUAN DE MARIANA.
Hoy quiero recordar ciertos pasillos… aquellos donde transcurrieron, quizás, unos de los mejores años de mi vida.

Dicen que la etapa del instituto es la mejor. Muy posiblemente no, indudablemente afirmo que todas las etapas de mi vida han sido maravillosas. De pequeña, porque los que tenia alrededor se encargaban de ello y ahora porque tengo el suficiente poder para hacer mi vida irrepetible y envidiable hasta por mi propia persona. Todos los días hago pequeñas reflexiones de la imparable e impagable suerte que llego a tener y no quiero que se piense que”me tiro el moco”.

Pero no quiero pararme a reflexionar sobre cada una de las etapas de mi vida.

El otro día, muy entrada ya la madrugada, me puse a recordar con un compañero de entonces, ya que el sueño nos estaba jugando una mala pasada a los dos, esta etapa adolescente, sobre todo, lo que quedaba de ella, y me hizo añorar la cantidad de cosas que allí pasaron y que ya lamentablemente se esfumaron.

Siempre he intentado escoger mi futuro con precisión, pensando en lo mejor para mí, donde más puertas abiertas pudiese tener o, por lo menos, donde menos se cerrasen delante de mis narices. Y no sé, casi siempre las puertas para salir sin autorización del instituto estaban cerradas, pero no cabe duda que se abrieron numerosas puertas de amor y amistad en aquel recinto tanto fuera de él ya que de allí quedan grandes amigos, de los de para siempre, de los de pasada, de los de recuerdo y de los que ya venían conmigo en la maleta de mi viaje.

En aquellas clases conocí chicos de jugueteo, chicos que luego simplemente serán amigos, chicos que no he vuelto a ver, chicos de los que ni recuerdas sus besos, chicos que te hubiese encantado besar, chicos que odias haberlos besado... en fin... de todas estas cosas que, ahora mismo por la nostalgía de aquello no me arrepiento.
En aquellos pasillos, en aquellas escaleras, conocí al primer amor, pero el de verdad (al menos entonces lo creía). Aquel que llegó a hacer lo imposible por mí y al que, en un principio, ignoré. Quizás de eso trataba la mágica aventura de la adolescencia. Aquel por el cual al final perdí la conciencia de una forma loca y obsesionada y, por su puesto, con el que comprendí y, a la vez, perdí el sentido de las cosas. Todavía guardo sus cartas declarando la guerra a mi cuartel. Los primeros besos entre él y yo que, con un encanto riguroso y dando en el punto clave, supo robarme. Nuestro primer fracaso, el segundo intento y el tercer fracaso ya lejos los dos de aquellos pasillos. Tan bonito el primer amor…

El instituto no me enseñó todo, pero casi todo. Me enseño el valor de la amistad de forma insuperable. Conocí personas estupendas, aquellas de las que no te separarás nunca y otros que olvidarás para siempre… Profesores con amor a su profesión que te entusiasman por su buen hacer. Profesores por obligación. Y profesores de los de verdad, de los que las asignaturas son eso, contenidos de temática obligatoria que sólo necesita su calificación al final de curso, pero de los que te ayudan a ser persona cada día, los que te ayudan a reflexionar e intentar ser adulto y de los que ponen su grano de felicidad al asunto…

Travesuras del comienzo. Despedidas y reconocimientos del final. Todo se me ha quedado guardado en mi pequeño corazón. Cómo olvidar aquellos cuatro años tan difíciles y complicados en la vida de un adolescente donde cada día era una fiesta en los pasillos, en las clases, en las calles y en los patios. Donde cada mañana te levantabas con entusiasmo por acudir junto a ellos y donde cada tarde te despedías de ellos con lamento

El instituto me aportó a conseguir lo que hoy tengo. Mis amigos, mis recuerdos y mi futuro. Sólo quiero dar las gracias a los que emprendieron el viaje estudiantil conmigo desde la guardería, a los que se unieron a mitad del camino, a los que desaparecieron y, sobre todo, a los que finalmente tengo. Gracias a todos.

jueves, 10 de enero de 2008

Volando en la sala de un aeropuerto




Hoy me di cuenta de un lugar al que puedes llegar a odiar a la vez que adorar es el aeropuerto. Así es. Impresionante la sensación que me pude llevar hoy que ello.

Rodando hace unos meses atrás de aeropuerto en aeropuerto internacional, llegué a aborrecer aquello que siempre sueñas ya que te lleva al destino deseado de la forma más rápida y, no cabe duda alguna, que eficaz. Aquel lugar donde los sueños se hacen realidad. Allí donde uno se siente alguien por facturar hasta un mísero equipaje de mano que sobrepasa el peso estipulado por la compañía. Desde donde se puede echar al azar el destino donde viajar. Te plantas en el aeropuerto y escoges aquel lugar donde la puerta de embarque tenga el color azul, amarillo o por qué no rojo y donde el número de la ventana de facturación sea el 123, porque te encanta esa combinación de números tan graciosa y peculiar. Aquel lugar, seleccionado por meros juegos, será el lugar donde en unas horas te plantees tu regreso simplemente porque adoras viajar y es fácil dar vuelta atrás.

Y es que un aeropuerto puede dar mucho juego señores, quizás solo de palabra.

Amplio, desde allí se puede llegar a la otra parte del mundo.
Silencioso, porque ya se acabó eso de avisar por megafonía su puerta de embarque. Impresionante o impresionado, por cada despegue de avión particularizado por cada piloto deseando demostrar sus dotes de aviación.
Travieso, todos se ponen a la cola para jugar con un contrincante peculiar: la gravedad. Ruidoso por la cantidad de personajes que se pasean, duermen, corren y galopan por sus pasillos.
Plural, personas de todas las nacionalidades y personas de una misma nacionalidad pero con diferentes aficiones o profesiones: limpieza, vigilancia, electricistas, ingenieros, azafatas…
Recóndito, porque nunca sabes la cantidad de pasadizos electrónicos que puede haber bajo tus pies.
Misterioso y miedoso a la vez, porque nunca quiere estar solo.
Desafiante, denominan Terminal al lugar desde donde parten todos tus sueños o para algunos sus peores pesadillas.
Tolerante, es el lugar que siempre recibe los abrazos internacionales sin ningún tipo de dilación u obligación.
Electrónico y rápido, los datos no terminan de hacer su aparición en pantalla constantemente.
Festivo y nervioso, que se abra cada una de sus puertas de llegada es toda una fiesta y un manojo de nervios por ver la cara adecuada.
Estresante, porque no llegas a la puerta de embarque.
Relajante, porque no perdieron tu equipaje.
Triste, en el se fraguan miles de despedidas.
Feliz, en el se reencuentran dos almas perdidas.

El amor y el odio que se le puede llegar a tener a sitios como estos pueden llegar a marcar tanto una tarde como para hacer un tipo de reflexión como la aquí presente.
Resumiendo... aquel lugar donde desesperas por conseguir volando tus sueños, como siempre lo has hecho con el alma sin necesidad de estar enfundado en una máquina de acero.

miércoles, 2 de enero de 2008


AL MAR Y AL AMOR

En la botella se recoge arena de las playas que pisamos. Siento así, las olas que rompen a gritar de envidia cuando nos mirábamos frente a ellas. Sentados allí sintiendo aquello que tanto adoramos. Abrazados por la brisa fresca.
Calles grises y verdes, llenas de misterio pero llenas de ilusión. De ilusión contigo. De vivir contigo. De sentir todo contigo.
Planes descritos, encaminados y pensados y, a la vez, tan enredados… Confusos por el destino pero indudablemente mojados por esas olas y de ti.
Es imposible y, a la vez, tan inalcanzable pensar aquello sin ti y sin mí. Esto tan profundo que se lleva dentro tiene magia por ti y gracias a ti. Me imagino rodeando playas, bosques eternos, misteriosos, silenciosos y sintiendo el fino sonido de la fuente que hace correr este amor. Sueño con caminos que no van a desaparecer nunca.

Pero, ¿eué es eso que grita? Es la ola del mar, nuestra ola enfurecida, polvorienta y amarga. La desesperada envidia del mar desea ahogarte en la obsesión ferviente e incontrolada de este amor. Y yo, tú, el amor… se deja arrastrar a la orilla sin contrafuerza para sentir el corazón escondido entre la arena.

Y ahora después de tanto verso fraguado y palabras incomprendidas por el ajeno…

Porque contigo me gusta sentir el viento de cara.
Porque contigo no tengo miedo.
Porque me encanta dibujar tu cara con mis dedos.
Porque adoro y necesito tus consejos.
Porque enveneno de amor con tus sanos celos.
Porque me gusta enfurecerte reprochando con dulzura tus tan únicos y cálidos abrazos.
Porque por absurdo que parezca, me encanta enfermar por ti y junto a ti.
Porque me encanta devolverte lo tuyo y que te quedes con lo mío.
Porque nadie te conoce…

Y cada vez que giro en una noria, es contigo. Cada vez que enredo mi memoria, es contigo. Siento que mi sombra eres tú, por eso estoy segura frente a ti. Dibujo y sueño todo contigo. Atardeceres junto al mar, fotos pintadas junto a ti.
Y sonará aquel gallo que despertaba cada mañana a dos amantes que sabían que entre aquellas olas estaba su vida. Será aquel mar y aquellas aguas en las que se deshaga la arena recogida en la botella que esconde al corazón. Porque aquellas aguas vieron nacer este amor y lo matarán. Y es que mis palabras ocultan tantas otras que te susurro y que estremezco con su respuesta: tus ojos, tu sonrisa.

Porque te fuiste y me dejaste. Porque te pensé y perdonaste. Porque volviste y me miraste.
Porque te quiero...
Porque te adoro...
Porque este es tu secreto y el mío…

Porque sólo hoy y todos los días camino arrastrada por la brisa del mar y navego en el amor…
RECORDANDO CON PERMISO DEL AUTOR....

Cuando solo buscas un hueco,
palabras, risas y algún que otro beso,
cuando a tu lado los agobios dejo
y hablarte es un respiro y siento el miedo lejos.
Mis manos y las tuyas podrán construir nuevas relaciones
donde no hay que sufrir.
Deseo por encima de todo mal,
que siga viva nuestra amistad,
con rollo o sin él ¡Qué más dará!
esas cosas salen sin pararse a pensar.
Por eso ya lo sabes y... ¡es la verdad!

Este poema, casi infantil, se "compuso" especialmente para mi (y me siento muy afortunada por ello). Lo recordaré siempre (ya que es todo un honor) debido a la persona que lo hizo. Por su encanto, por su palabrería, por su afortunado pensamiento... Lo tituló, hace años, así : "Para una chica maravillosa...". Creo que no sigue pensando lo mismo de mí pero, a pesar de ello, en aquellos tiempos yo era maravillosa y tú no dejabas de serlo.

La gente cambia y el mundo también. Sentirme afortuna de que, a pesar de ello, "por encima de todo mal, sigue viva nuestra amistad"...

Porque muy de vez en cuando, nos tenemos ahí. Porque, lamentablemente, muy de vez en cuando, nos intimidamos sin arriesgar demasiado. Porque, muy de vez en cuando, te fijas "en mis zapatitos rojos y en mis hoyuelos"... Porque muchas veces has tenido que escucharme cosas incomprensibles.

Porque cuando éramos niños, todos fuimos egoístas. Porque pensabas que eras el que nunca te llevabas y te has llevado todo...

Un besazo enorme para ese chico que de vez en cuando debería de dejar de pensar en el mundo...

Una HERIDA ABIERTA A LA CONCIENCIA DEL MUNDO

Me da pavor tener que escuchar y enlutarme cada vez que oigo o leo algún medio periodístico anunciando tanta muerte trágica, injusta y cruel. Es ahí donde se siente cada una de las lágrimas, puñaladas, gritos y golpes de una mujer.
Una sociedad tan avanzada como la nuestra, donde diariamente se juega con un laberinto de palabras tales como células madre, cambio climático o leyes imposibles de llegar a concebir como legislativas, es inconcebible tener la idea de que una mujer ha muerto a manos de su marido, amante, novio, pareja, del hombre de su vida, del padre de sus hijos…

Hombres salvajes por naturaleza. Se piensan que es una enfermedad, un problema donde hay la posibilidad de una terapia conjugada, en muchos casos, con una paliza de vez en cuando. Rebajar la dosis poco a poco, como el tabaco.
Personas sufridoras de ello, de lejos o de cerca, por unos u otros motivos, sinceramente, pensamos que no es un problema patológico ni psicológico. Es una brutalidad asesina y, lamentablemente, a la vez una cruda y cruel realidad.

Son ellas, ellas y sólo ellas las que merecen mi conciencia cada día. A aquellos que les apoyan y les ayudan, a sus familiares que sufren cada uno de esos absurdos e injustificados abusos.

Me han hecho educarme en la idea de que ningún golpe tiene justificación alguna. Pero, a veces, deseas tanto acabar con ciertas cosas, actos (con ciertas personas)…

La libertad propia se consigue sin pensar en la del prójimo y mucho menos creer tener poder suficiente como para poderla manejar. La sociedad dice y grita a los cuatro vientos que vivimos en una democracia, población libre, con poder para hacer y decir. Pero no. No todo el mundo es libre. Hay gente, mucha gente, esclava de golpes y maltratos creyendo, en su gran mayoría porque así les hacen creer, que esos golpes son merecidos por naturaleza. ¿Es malo ser mujer? ¿Alguien se siente estúpida por ser mujer? Acaso, ¿desgraciada? ¿Tiene algo malo sentirse mujer? Aquí la que escribe se siente y, se sentirá el resto de su vida una mujer muy agradecida por este hecho que SÍ me ha regalado la naturaleza.

Sufro cada golpe, cada llamada de teléfono desconsolada y desesperada, cada trozo de rabia encendida, cada uno de sus desprecios…Me gustaría hacer tanto y no puedo.
Ahí está el problema: No puedo. Las leyes no dicen nada, no resuelven nada. Se firman, se publican pero no devuelven la vida. Son meros enunciados, palabras escritas quizás desde lejos, aprobadas en su mayoría por la buena fe pública pero no privada. Leyes que, simplemente, se limitan a redactar el problema de todas esas mujeres maltratadas, ¡cómo si ellas no lo supiesen!, ¡Cómo si ellas no lo sintiesen! No resuelven ni dan alternativas. Hacen justicia de forma injustificada. Justicia, la mayoría de las veces, incomprendida con razón.

Desde que intento entender muchas cosas que hubiese sido mejor no conocerlas y dedicarme a vivir simplemente del aire, como muchos quieren y pueden hacer, una no deja de oír que los problemas que más preocupan a la población (por rango estadístico, no crean ustedes que esto no es una erudición sin contrate) son el terrorismo, la delincuencia, no llegar a fin de mes, la vivienda, la emigración…. Muy bien, ¿pero se han parado a pensar en el verdadero problema de un golpe doméstico? Me refiero a todas aquellas mujeres que sufren un solo golpe en su vida y, a todas aquellas, que lo llevan sufriendo durante años, décadas… La violencia de género también deja victimas y asesinos. Deja niños huérfanos, mujeres sin hogar ni trabajo, sin personas en las que ya confiar. Deja miedo, rabia, cambia la vida...
Se conocen los nombres y apellidos de aquellas personas que, por buena conducta tras cumplir seis meses en prisión saldrán a la calle por no haber indicios de maltrato según la justicia, según la Ley y quiero hacer hincapié en ello, alegando que no hay datos ni pruebas concluyentes para pensar lo contrario. Volverán a su vida normal y quitarán la de otras…

Son matones de tres al cuarto, conscientes de que la sociedad los mira no con miedo sino con asco. Se comporta perfectamente. Son educados, maravillosos y encantadores con el mundo. Es el rey de la casa porque de su boca salen gritos tan esperpénticos como el de “mía o de nadie” “porque lo digo yo” “te pones el pelo así para ligar con otro” “calla que tu de esto no entiendes”, “mujer tenias que ser”… Por ese simple hecho, ya sienten que tienen derecho a matar. Pero no quiero dedicar mucho espacio a seres que, en realidad, no merecen ni ser nombrados, que mucho menos recordados por asomo o por obligación diaria.

Ocurre a nuestro alrededor, madres, primas, amigas, tías... Personas con sangre envenenada, corrupta y asesina que vierte la del inocente que tanto le adora.

No pienses que no volverá a pasar. No tuerzas la esquina. No cierres los ojos. No le creas, no le escuches. Actúa. Sé valiente. Quiérete y siéntete querida (aquí estamos los de verdad para ello). Sé egoísta. Se tú. Sé mujer... Porque AMAR…NO MATA. Denúncialo, acaso, ¿crees que no lo merece?

“UNA NO TIENE LA CULPA DE QUERER QUE SU SAPITO SE CONVIERTA EN UN PRÍNCIPE AZÚL, CUANDO NUNCA LO FUE”